Son casi las 4 de la madrugada y recibo una llamada de Sebastian para pasar a recogerme a mi departamento.
Sebatian llego en pocos minutos, frenó su auto y yo me acerco tranquilamente para subirme y saludarlo.
Al subirme al auto veo un tipo alto, 30 y tanto años, flaco medio pepe pato pa hablar pué y algo serio y timido sin claro dejar e ser cortes y atento.
Yo la verdad que iba bien relajada pero el me ponia nerviosa con el poco intercambio misterioso de palabras sumandole a eso que ibamos a estar varias horas, por ende el sujeto me tenia media complicada en inicio sin yo claro demostralo. Trataba de romper el hielo preguntandole a que se dedicaba y mas encima me dice que cuando lleguemos a casa me lo dira. CUEK!
Llegamos a su departamento, donde todo estaba en impecable orden , me doy unas vueltas en este para curiosear, me llama la atencion la decoracion dado que es de mi estilo y me siento en el futon para esperar a que me sirvan un reserva maravilloso de vino tinto, si mal no me equivoco era Carmenere.
Al paso de los minutos me seguia metiendo bulla la incertidumbre de quien era y a que se dedicaba hasta que me señala con el dedo un album de fotografias, lo abro y "sorpresa"....es uniformado.
Las piernas me tiritaban, los vellos de la piel se me erizaron y el éstomago se me contrajo de una forma en que hacia mucho tiempo no lo hacia, fue intimidante ya que sabia que tendriamos gente en comun si o si.
Sebastian sin embargo, al llegar a su casa se relajo, se reia y notó rapidamente que algo sucedia con las fotos pero siempre amablemente me dijo no te preocupes.
Si bien eran las 4 de la mañana , teniamos varias horas para estar juntos asi que empezamos a conversar y note que ya no era el mismo de el auto, timido y esceptico, este se habia relajado mas y era yo ahora la que estaba en un papel de nerviosismo y algo de timidez.
Conversamos de muchas cosas interesantes, de viajes, lugares exoticos en donde ambos habiamos estado, incluso hasta cuando teniamos 10 años ya andabamos paralelamente recorriendo la vieja Europa con nuestros padres, cosa que es casi insolita.
El tiempo volo conversando entre copas de assamblage y ron, luego nos fuimos al dormitorio y el sueño y otras cosas picaronas me atraparon. Al rato después me levante me bañe y el era todo un gentleman, ya no era aquel escéptico que en primera instancia vi.
Despues de un rato me fue a dejar a mi departamento, me baje y me quede pensando en que la conversacion de la noche fue muy entretenida y que el no es tan seriote como se ve.
Sebastian, un gusto conocerte, ya nos veremos nuevamente.
Regards my dear,
indeed.
Victoria
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